martes, 1 de julio de 2008

Sin prisas pero sin pausas

Un poco tarde y a destiempo, circunstancias de la vida me han tenido alejado de este portal durante varias semanas, pero no me resisto a realizar una valoración sobre la ya olvidada temporada deportiva en mi ciudad natal. Y es que es al término de curso cuando deben de realizarse los pertinentes análisis y opiniones sobre el transcurrir de los distintos equipos granadinos en algunas de las disciplinas deportivas más representativas del panorama nacional. Me estoy refiriendo al Granada CF y al CB Granada, equipos que suscitan un mayor interés tanto a mí como a la mayoría de mis paisanos.

Sin embargo, si quiero referirme -muy pocas veces he hablado sobre este equipo- al Granada 74. Los de Almánjayar han rozado el mas estrepitoso ridículo. Bueno, mas bien su peculiar presidente. Algún día me extenderé más sobre el señor Marsá, pero como digo, no es ni por asomo, lo que más me interesa del deporte granadino.

Pasemos pues, a comentar la trayectoria de los hombres de Óscar Cano. Temporada irregular, con arreón final como los de antaño, aunque no fue suficiente para alargar la temporada unas semanas más. Sinceramente, lo he comentado en multitud de ocasiones, no confiaba en el ascenso este mismo año. Otra cosa es lo que a veces uno pueda decir por el bien de la entidad rojiblanca, pero es que en realidad, tampoco me preocupaba mucho si este año se subía o no. Lo más importante en un proyecto, por muchas urgencias históricas que se tengan, es ir superando escalones, sobre todo de uno en uno, y cimentar de forma clara un equipo ganador, no para un año o dos, sino para muchos años y venideros triunfos. Esto es lo que sin prisas, pero sin pausas se está consiguiendo desde hace unas cuantas temporadas, concretamente desde la llegada de Paco Sanz a la dirección de Recogidas 35. Desde la perspectiva global que da la temporada finalizada, observamos que con respecto al año anterior se ha pasado de sufrir incluso por el descenso, a estar peleando hasta el último suspiro por las eliminatorias de ascenso. Se esperaba algo más, pero sin duda, se han plantado las semillas para un futuro mejor no muy lejano. Últimamente se ha añadido al optimismo de la continuidad del cuerpo técnico, de la base de jugadores, de haber encontrado un patrón de juego etc… la gran noticia del año, que no es otra que la importante inyección económica que recibirá el Granada CF de forma casi milagrosa. Por todo esto y por alguna cosilla más, soy muy optimista con respecto al futuro del fútbol en Granada y sobre el ansiado salto de categoría que tanto se nos resiste en el club histórico granadino.

Recientemente, Fernando Sanz, presidente del Málaga CF, decía en Radio Marca que el fútbol, menos 90 minutos, todo es mentira. Resalto esta frase, por que es algo que yo sospechaba desde hace mucho tiempo y además me sirve para realizar una predicción sobre el futuro del conjunto rojiblanco que dirige, precisamente, el hermano de Fernando. El Granada CF subirá, y lo hará justo el año que toquen elecciones en la presidencia, y creo que el mandato de cuatro años está cerca de su cumplimiento. Y que conste que no lo he dicho yo.

Sobre el CB Granada he de ser mucho mas pesimista, claro que también lo era con la selección española y de momento y a la hora de escribir este artículo, ya nos habíamos plantado en la final del europeo de naciones. El baloncesto en la ciudad de la Alhambra ha estado a un tris de acabar en un rotundo y estrepitoso fracaso. Lo peor de todo es que no parece que se aprenda de errores anteriores y vamos de cabeza a la liga LEB. Se planificó mal la plantilla con un único pívot de los de verdad, para la pintura. Se reaccionó tarde y mal para suplir la baja de Curtis Bortchard y al final se pagó a precio de oro un parche que salió caro, ¿pero y si hubiera salido cruz? Se llegó al último partido dependiendo de otros y eso es muy peligroso. ¿Realmente le importa al señor José Julián el baloncesto en esta ciudad? Mi opinión personal es que no. Tendrá otros motivos, comerciales o puede que le pase como a Carlos Marsa, que tiene un ego demasiado grande y un afán de protagonismo que, aunque en apariencia, parece beneficioso para la capital nazarí. El tiempo y los resultados demuestran que más bien entorpecen más que ayudan.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un placer volver a tenerte por aquí. Espero que todo haya salido a las mil maravillas.

Un abrazo.

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