Es impresionante algunas veces el poder de la palabra y por ende de las opiniones escritas en uno u otro lugar. Casi tan impresionantes como despreciables son algunas interpretaciones malintencionadas que se hacen sobre lo escrito. Ya se sabe que un texto puede estar escrito bajo un estado de ánimo que no tiene por que coincidir con el que lo lee, y por esta razón, muchas veces, pueden haber malentendidos. Pero no es menos cierto que en la mayoría de ocasiones, cuando se conoce en mayor o menor medida, al escribiente, se suele dar en el clavo de lo que se quiere trasmitir y el margen de error entre lo que alguien escribe y lo que percibe el lector es mínimo.
Por si esto no fuera suficiente, hay que añadir una circunstancia obvia. Las opiniones vertidas en un sentido u otro sobre cualquier tema de mayor o menor envergadura, por mucho que algunos quieran manipular y vejar, nunca, repito, nunca pueden estar equivocadas. Esto es muy sencillo, verán. A ustedes las mujeres ¿les gustan rubias o morenas? Partiendo del chiste fácil que muchos realizaran contestando que a ellos les gustan todas, enfoquemos la respuesta sobre cuales nos gustan mas. Para mi parecer son mas atractivas las rubias. No voy a extenderme mas en el ejemplo pues con esto basta. La persona que, por algún motivo, quiera contradecirme mas allá de su opinión, por el simple echo de fastidiar, dirá que estoy menospreciando a las morenas y que he dicho que son poco atractivas. Y por supuesto dirá que no tengo razón y que me equivoco en la forma y en el fondo por que su mujer es morena y es una maravilla, además, añadiria, que mi credibilidad es nula pues la madre de mis hijas también es de pelo oscuro. En fin, chorradas propias de alguna mente perversa y maliciosa que no busca nada más que el desprestigio, ellos sabrán por que, del que no opina como ellos.
Una opinión, no tiene que ser demostrable ni tan siquiera comprendida, es mas, cada vez que se intenta explicar, el efecto es el contrario, se acrecientan mas las discrepancias. Es todo muy sencillo, respeto, sin la necesidad de compartir nada, pero respetando todas y cada una de las opiniones.
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