lunes, 14 de julio de 2008

El abogado del Diablo

Es una frase hecha y que nadie se la tome literalmente, pero hoy voy a convertirme en el abogado de Satanás. Mucho se está hablando, y lo que te rondaré morena, sobre el acercamiento, fusión, entrada o llámenlo como quieran, del entramado empresarial granadino en Recogidas 35. No tomen en demasiada consideración esta opinión de quien escribe, pues el fútbol lo veo desde una perspectiva muy superficial ya que adentrarme en capas más profundas me causa un tremendo pavor y por lo tanto seguro que hablo desde el más absoluto de los errores. No se vayan a enfadar quienes todo lo saben ya que tan listos son. Pero quiero exponer mi versión de cómo sería una supuesta negociación entre representantes del granadinismo y de los empresarios granadinos.

Ya digo que no estoy especialmente preparado para esta materia, aunque considero varias cuestiones razonables en todo tipo de negociación. Para empezar, mal iríamos si alguna de las partes o ambas plantean términos innegociables. Pero llegados al caso, usaremos el menos común de los sentidos, o sea, el sentido común. Ya se que a algunos esto les suena a chino pero de vez en cuando viene muy bien usarlo, solo de vez en cuando. El sentido común nos dice: Siempre que se quiera ser justo en un intercambio de pareceres, y uno impone una condición ineludible, la otra parte se reservará el mismo derecho y además lo hará a continuación en el intercambio de ideas. Vayamos al grano. Si desde el entorno del Granada CF se exigiera que todo proyecto debe de construirse desde los cimientos y la historia del club rojiblanco, seria lógico pensar que desde el lado en el que se va a poner el capital, exijan ser ellos quienes comanden la nave. Y hasta aquí ha llegado la negociación… Para que se lleguen a acuerdos, ambas partes deben ceder en algo. Difícilmente se conseguirá nada si solo se quiere imponer un criterio. Esto me hace pensar mucho en una cuestión. ¿Que pasaría si en realidad llegaran a concretarse estos parámetros? ¿Se le daría, tan ricamente, la patada a Paco Sanz?

Habiendo millones de euros de por medio, no tengan la menor duda de que así sería. ¿Qué pasaría con aquellos que sin medida alguna han despotricado todo cuanto han querido sobre los empresarios? Nada, para que pasara algo deberían de tener vergüenza y está claro que, algunos, ni la han olido. El acuerdo se antoja muy complicado sin daños colaterales. Alguien, por meritos propios, va a salir trasquilado. Créanme que no estoy pensando en nadie en concreto, pero si en todas las partes por igual. Dos o más gallos en un mismo corral… es algo destinado al fracaso casi con seguridad. Que alguien ponga la pasta y se mantenga en un segundo plano, con lo goloso que es el poder y salir en las fotos…me parece a mí que no terminará pasando. Que el actual presidente se marche sin más, por arte de birlibirloque sin que sus reclamaciones lícitas no le supongan una somanta de críticas desmedidas…lo veremos al tiempo. El interés futbolístico no tiene amigos ni memoria y por norma general suele ser muy injusto en demasiadas ocasiones.

Como bien encabeza este artículo, todo esto no son más que los argumentos del abogado del diablo.

Para mí lo ideal sería que entrara mucho dinero en las arcas rojiblancas y que dejaran a Francisco Sanz al frente del proyecto, pero con el poder suficiente, no como mero títere. Y es que después de cómo se ha tratado a los adinerados…no me fiaría yo de dejarles al frente de nada, es lo que tiene hablar mas de la cuenta, nunca se sabe quien puede acabar como compañero de viaje, incluso puede llegar a ser el mismo demonio.

Nota del autor: Para aquellos que guste dedicarme algún comentario, les agradecería lo hagan a través del correo electrónico, los dueños de cierto bar de libertades que solía visitar, me han quitado mi pase y con ello la posibilidad de expresarme libremente en él.

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