Todo marcha según lo previsto. Granada está feliz y el Granada CF cumpliendo a rajatabla lo que sus directivos han planificado y los aficionados esperaban. No se puede poner un solo pero a la labor de unos y otros. La eliminación de la Copa, ha sido un alivio ya que nos hemos quitado, a la primera, esta estorbosa competición que no podía más que traernos problemas y despistes, que podríamos pagar muy caros. Las lesiones han venido a dar descanso a algún jugador para poder afrontar con garantías las últimas jornadas de liga. Todo está previsto y planificado. ¡Cómo se acordaran otros cuando sus lesionados caigan en el tramo final de campeonato! El club ha cubierto el total de socios que se necesitan, de nada hubiera servido llegar a los diez mil habiendo ganado todos los partidos, esa hazaña la reservamos para el año que viene, cuando hayamos ascendido a Segunda A. Estas metas hay que conseguirlas gradualmente, por que si no la gente se quema antes de hora. Avasallar a los rivales desde un principio es perjudicial, los jugadores llegarían a acomodarse y se acabaría sin fuerzas para el ascenso. Es mucho mejor, donde va a parar, empezar perdiendo, así los contrarios serán los que se confíen y cuando menos se lo esperen... zas, goleada al canto. Todo va bien, casi diría más, va viento en popa a toda vela. Es imposible que hubiéramos imaginado un arranque liguero mas positivo que el de la actual temporada. El Granada CF está donde todos los granadinistas queremos que esté.
A algunos, a mi el primero, nos encantaría que se pudiera escribir un articulo de opinión así. Pero hay un problema, que aparte de no ser real, no es ni por asomo lo que pasa por mi cabeza en este momento. Ni por la mía, ni por la de nadie con dos dedos de frente, vamos. Las personas, que en un lugar o en otro, tenemos la gran fortuna de podernos expresar sobre lo que rodea al Granada CF, nuestro club de siempre, al que mas cariño profesamos, tenemos la única obligación, yo al menos siempre lo intento, de procurar lo mejor para el club que tanto amamos, de sumar y en cualquier caso haciendo crítica constructiva. Suelo pensar detenidamente antes de escribir cualquier cosa en esta Web. Intento siempre aportar mis razonamientos, acertados o equivocados, pero siempre pretendiendo dar una visión, la mía, de la situación. Lo que me tengo totalmente prohibido es mentir. Las cosas bien hechas, no requieren más que un elogio, aquel que se ejerce en el momento adecuado y repetirlo continuamente sería, cuanto menos, empalagoso, palmero y pelotero. Aún así, en multitud de ocasiones he comentado, y volveré a hacerlo, la gran suerte que hemos tenido de contar con Paco Sanz como presidente. Este señor, se merece la presidencia vitalicia en el club rojiblanco. Sin embargo, aquello que se hace mal y se sigue haciendo mal, requiere de críticas continuas, es la única manera de colaborar a que se cambie. En mi caso, ni tan siquiera tengo esa intención, tan solo pretendo dar a conocer, gracias a www.tablondeportivo.com, mi opinión sobre el devenir de un equipo de fútbol, a veces, o de baloncesto otras. De nada sirve ocultar la realidad, por dura que esta sea.
Cuando mi hija cumplió tres años, empezó a ir al cole. Me rompió el alma dejarla llorando a lagrima viva el primer día de curso, pero lo hice convencido de que es lo mejor y algo necesario en su educación. Aun así, y los que sean padres me entenderán, fue uno de los días mas duros de mi vida. Con el Granada CF, pasa algo parecido, con una salvedad, que con los pupilos de Óscar Cano, no tengo tan claro que es lo mejor para que triunfen. De saberlo, lo diría hasta la extenuación. Pero no por eso voy a dejar de plasmar en unas letras aquello que creo que tenga mejora, le guste a unos pocos o no le guste a nadie. Nadie sufre y disfruta más que yo los acontecimientos relativos al deporte en nuestra ciudad. Nadie sufre y disfruta mas que yo, de las derrotas y victorias, respectivamente, del Granada CF. Querer a un club es mucho más que cerrar los ojos a la evidencia y callar para evitarle un mal rato a su presidente. No soy más granadinista que nadie, pero tampoco menos. No seré de los llamados Filipinos, ¿y que?... Pero eso es otra historia que ya contaré la semana que viene…
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