ABUSO DE PODER

Hay algunos personajes, que por el hecho de llevar uniforme y una placa, se creen mas que los demás y te suelen mirar por encima del hombro. Son chulescos e irrespetuosos, pero por encima de otras cualidades, les sobresale una prepotencia, que a mas de uno le hace merecedor de algún que otro tirón de orejas, por decir algo suave.

No me gusta generalizar, pues en todas partes cuecen habas, pero, debe de ser que ha estos personajes les va como anillo al dedo su profesión o será que los instructores ya los deben de buscar de ese modo o puede que haya que estar un poco tocado para querer incorporarse a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, o privadas, que no se cual es peor, pero el caso es que en estos organismos, se tropieza uno con cada pieza que le hacen a uno perder los nervios.

De todo hay en la viña del Señor y este sector no iba a ser menos. El uniforme debe de sacarles lo peor de cada uno, y eso que se supone que están al servicio del ciudadano y no para fastidiarlo ni ridiculizarlo.

En honor a la verdad, debo decir que uno, ha tenido diversidad de experiencias con estos servidores de la “justicia” y no siempre he salido malparado de ellas. Es mas, en una ocasión, lo resalto como echo aislado y sorpresivo, lo cual dice muy poco a favor de la labor que deberían desempeñar, nos ayudaron a llegar a un hospital, donde mi mujer tenia que dar a luz. Resultó ser un hospital al lado del Nou Camp y allí acababa de terminar un Barcelona-Madrid, ahí es nada, y si no es por el motorista de la urbana que nos fue abriendo camino entre la alterada afición culé, mi mujer hubiera parido en el coche.

Pero como digo, estos hecho, que deberían de ser lo habitual, no pasan por ser hechos aislados en el quehacer diario de los agentes. Podría contar multitud de ocasiones, en que su chulería, sobrepasa con holgura la profesionalidad que se les supone, pero tampoco se trata de eso y prefiero contar el acontecimiento agradable e inolvidable de aquel día.