martes, 1 de abril de 2008

Ciudadanos incívicos

Muchas veces nos quejamos de la desidia de nuestros ayuntamientos a la hora de solucionar pequeños problemas cotidianos, a los que hacemos frente, en ocasiones, con resignación pero con bastante indignación. Por mucho que uno insista en notificarles cualquier deficiencia acaecida en nuestra ciudad, se desentiende de manera que uno se siente impotente. Saberlo lo saben y no ponen remedio, simplemente por que no les da la gana. Sin embargo, hoy quiero mirar hacia el lado opuesto y denunciar también, sin que ello reste mínimamente la responsabilidad de los consistorios, el comportamiento de algunos ciudadanos, que en algunos casos, no se merecen ni tan siquiera el aire que respiran.
Es lamentable ver el estado de algunos parques públicos, zonas de juego infantiles o jardines en general. No solo el estado en que se encuentran, algunas veces inmediatamente después de haberlo estrenado, si no el comportamiento de algunos usuarios dentro de ellos. Total, como no es mío para que voy a cuidarlo. Desesperante es ver también, como hay personas que toman las aceras como aparcamiento gratuito, impidiendo el paso por las mismas de cuantos peatones pasen por ellas. Da igual que vayan a pié o en silla de ruedas, a veces nos vemos obligados a pisar el alquitrán de las carreteras con el consiguiente peligro que esto conlleva. Lo peor viene si por casualidad se te ocurre increparles, la desfachatez con que te responden es extrema.
No quiero hacer distinciones de quienes se prodigan mas en estas conductas aberrantes. La verdad es que nadie está exento de llevarlas a cabo. Te encuentras con cada caso que es para tirarle de las orejas a mas de uno y no soltarle hasta que parezcan de elefante. Padres que dejan a su libre albedrío a pequeños y no tan pequeños. Si es que la colleja habría que dársela a los mayores mas que a los crios. Niños maleducados, que podríamos esperar viendo las formas de sus progenitores, llegando incluso a la insolencia y la agresividad física. Ante un hecho así ¿Qué haces? Está muy claro, dejar de ir a ciertos parques, que por suerte hay lugares cercanos donde el comportamiento del personal está mas acorde con lo que supuestamente somos, personas y no animales.
Sobre el comportamiento insolidario del que aparca donde le viene en gana sin mirar el prejuicio que pueda ocasionar, poco se puede hacer sin la respuesta eficaz de la policía local. El problema es que en algunos casos, esta mala costumbre se lleva a cabo en lugares de ocio deportivo y ahí la Guardia Urbana no está dispuesta a poner multas. En este país el futbol es intocable. Bueno, intocable mientras no maten a alguien atropellado, entonces todo seran prisas y alusiones a la mala fortuna. Lamentable.

1 comentario:

Anónimo dijo...

en lo de aparcar mal... en Granada somos los primeros. expertos, vamos.

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