Eso es lo que ha hecho esta temporada el C.B.Granada, derrotando al Bruesa GBC de Donosti, en el primer partido de la Liga ACB disputado este pasado fin de semana en el Palacio de los Deportes de Granada. Sin duda, era lo que se esperaba, pues el haber cosechado una derrota en casa a las primeras de cambio, hubiera puesto en alarma desde un principio a la hinchada nazarí.
El partido tenía su trampa. Había mucho que perder y poco que ganar, como reza el tópico. Se jugaba en casa, contra un recién ascendido y con los equipos aun pensando más en la tranquilidad de la pretemporada que en los nervios de la competición oficial. Como dice otro tópico, no hay enemigo pequeño, más si cabe, para el club granadino, que no es uno de los llamados a estar arriba sino que en todo caso, puede aspirar a convertirse en el iurbentia Bilbao del año pasado. El primer partido siempre, o casi siempre, es a cara o cruz. Los jugadores, más aún en el caso de tener nuevo entrenador, están todavía en rodaje. Algunos con el chip todavía al cincuenta por ciento. Otros convalecientes o incluso, como Curtis Borchardt o Nico Gianella, un tanto temerosos, ya sea por el miedo a recaer de una lesión, como le ocurre al americano, o por haber sufrido un robo minutos antes de saltar a pista, como le pasó al bravo base argentino.
Por lo que he podido ver, hay media docena de equipos un pelín por debajo del nivel que atesora la plantilla granadina, por lo que no se deberían de pasar excesivos apuros para seguir un año más en la élite del baloncesto español. Claro, que la primera jornada, como digo, no es significativa, ni para nosotros ni para nadie. Habrá que seguir atentos a próximas jornadas, tanto del Cebé como al resto de posibles candidatos a salvar la categoría. Poco a poco se irá viendo el verdadero potencial de unos y otros. La competición, cuando esté más rodada, nos dirá que jugadores se adaptaron bien, quienes progresaron como se esperaba o quienes nos sorprendieron partiendo desde el anonimato
Pero que no se le escape a nadie, el objetivo este año, no puede ser otro más que la salvación. Mas tarde con el devenir de los resultados que se vayan produciendo, podremos pensar en participar en la Copa o no, por que este año, el calendario ha querido que tengamos una primera vuelta muy placida en casa, siempre presuponiendo ese escalón más de nivel que se necesita para optar a estar entre los ocho primeros al termino de la primera parte de la liga. Como digo, el tiempo irá dando o quitando razones, la esperanza hay que tenerla, pero con los pies en el suelo, por que si no el batacazo, luego, es aún mayor. De igual modo, hay que estar muy pendientes de la segunda fase de la liga, pues entonces todos los partidos serán muy complicados, teniendo en cuenta la dificultad que tiene el Cebé para ganar fuera de casa y que en el Palacio, se esperan las visitas de todos los grandes de nuestro baloncesto. Un reto bonito y a la vez muy peligroso, más sabiendo que esta temporada, no tendremos la posibilidad del milagro en la ultima jornada, ya que el conjunto granadino descansa el último día de competición.
Por este motivo, entre otros, era tan necesario empezar con buen pié.
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